Estamos tristemente acostumbrados a sistemas operativos de propósito general, en los que haces un clic y pasan varios segundos hasta que el equipo responda. Resulta un tanto aberrante, cuando los equipos habituales son capaces de procesar miles de millones de instrucciones por segundo, pero además, en ciertos casos, en sistemas de los que depende la vida de personas, no es aceptable.
La alternativa son los sistemas operativos de tiempo real (en inglés "real-time operating system", RTOS) que dan prioridad a que las tareas se ejecuten con tiempos de espera bajos y previsibles.
Es el caso de QNX, que comenzó su andadura en 1982 y que actualmente es propiedad de Blackberry. El anuncio es de septiembre de 1992.
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