La marca C.Itoh suele sonar poco a los informáticos jóvenes actuales. En los 80 resultaba un poco más popular en el mercado de consumo, gracias a sus impresoras, que típicamente eran más rápidas que la mayoría de la competencia.
Por ejemplo, esta StarWriter 25, de 1981, era una impresora de margarita capaz de escribir hasta 163 columnas a una velocidad de 25 cps (cuando la mayoría no pasaban de 18 caracteres por segundo), y decía poder funcionar directamente conectada a equipos tan dispares como un Apple II, un Commodore PET o un Tandy TRS-80. Tenía un precio de 1.895 dólares americanos de la época.
Pero lo más curioso es la historia de la empresa: fue fundada nada menos que en 1858 por Chubei Itoh, quien comenzó vendiendo lino a domicilio. Más adelante, ya dentro del sigo XX, comenzó a fabricar maquinaria, metales y vehículos. Desde 1992 cambió su nombre por el de Itochu. Actualmente es la segunda "empresa de propósito general" más grande de Japón, sólo por detrás de Mitsubishi, con seis divisiones (textiles, comida, maquinaria, energía/química, metales/minerales y productos en general).
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