Cuando los primeros ratones eran relativamente lentos, me gustaban mucho más los trackball, más rápidos y más precisos. Por algún motivo, quizá por ser más caros o quizá por la mejora progresiva de precisión de los ratones, los trackball nunca llegaron a ser un dispositivo de masas. El anuncio, de diciembre de 1989, es del "trackman" de Logitech.
Recuerdo que teníamos uno, aunque no recuerdo la marca, y sí que era una sensación extraña manejarlo, sobre todo para los juegos. Nunca me hice con él.
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